Las investigaciones para la paz

Esta visión cubre todas las aportaciones realizadas en torno a la guerra, el conflicto y la paz, primando en este enfoque un sentido amplio del concepto de paz. La aportación de Galtung será la de mayor trascendencia teórica y práctica en estas investigaciones para la paz. Este autor diferencia la violencia personal de la estructural, siendo esta última el centro de su desarrollo teórico sobre el medio internacional. La violencia estructural, derivada de la propia estructura del sistema, se basa en la desigualdad de poder. La desigualdad en la distribución del poder determina el desequilibrado reparto de recursos, siendo la base fundamental de la injusticia social. Galtung define la paz como ausencia de la violencia, y existe una relación directa entre paz y desarrollo: los aspectos positivos de la paz conducen a la “cooperación no-violenta, igualitaria, no explotadora, no represiva, entre unidades, naciones o personas, que no tienen que ser necesariamente similares”. Además, se reduce la violencia estructural.
Los planteamientos de este autor tienen una relación con las teorías de la dependencia al señalar la existencia de “naciones centro” y “naciones periferia” entre las que se produce una violencia estructural que determina relaciones de dominación que desembocan en el imperialismo. Galtung defiende la necesidad de una “investigación empírica para la paz”, investigación que debe cumplir tres dimensiones: a) investigación empírica, o análisis de las situaciones del pasado y obtención de datos aprovechables; b) investigación crítica, o estudio del presente y de las políticas concretas en él desarrolladas; y c) investigación constructiva, o realización de prospectivas de posibles políticas de paz. Autores que han ampliado esta visión son Rapoport y Burton.

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