Las Relaciones Internacionales como disciplina científica

En los años veinte priman los enfoques descriptivos de los acontecimientos internacionales de la época, en la que la Historia Diplomática sigue desempeñando un papel dominante. La apertura de algunos archivos gubernamentales después del conflicto bélico, fue el principal factor que vitalizó dichos enfoques. La existencia de la Sociedad de Naciones y su proyecto de Sociedad Internacional dio un gran impulso a los estudios internacionales y centró el interés académico en la esfera del Derecho Internacional y de la Organización Internacional.
Es a partir de los treinta cuando las Relaciones Internacionales se afirman como disciplina científica, en gran parte, debido a la aparición de nuevas orientaciones y concepciones en el campo de la Historia Diplomática y del Derecho Internacional, así como al desarrollo de las ciencias sociales en general, pero sobre todo la Ciencia Política, la Sociología y la Psicología. La II Guerra Mundial y la posguerra acentúan esta dinámica, afirmándose las relaciones internacionales como disciplina científica en los Estados Unidos y Gran Bretaña, a la vez que comienza su andadura en otros países, aunque no de igual manera.

Surgimiento y consolidación desigual de las Relaciones Internacionales
El auge de las Relaciones Internacionales, especialmente después de la II Guerra Mundial en los Estados Unidos, está en función de las necesidades concretas de la política exterior de este país, que se constituye como Superpotencia. Además, esta supuesta autonomía y desarrollo de las Relaciones Internacionales en este momento tuvo mucho que ver con el carácter instrumental: esta disciplina llegó a existir como iniciativa de un gobierno interesado en el estudio de una nueva política exterior para su país, producto de una nueva realidad internacional. El marcado carácter científico-político de las cuestiones internacionales y su estrecha relación con la Ciencia Política en este país tuvo mucho que ver con la consideración instrumental en el estudio de la lucha por el poder en el exterior. Es entonces cuando se produce la ruptura con los departamentos de derecho e historia, y aparece la de Relaciones Internacionales incluida en todos los programas de Ciencias Políticas.
El desarrollo de esta disciplina en Gran Bretaña estuvo en mucho influido por la evolución norteamericana. Algunos autores, incluso, hablan de la transnacionalización del nuevo pensamiento internacionalista. Dicha transferencia de Estados Unidos a Gran Bretaña puede encontrar su principal razón en la semejanza de algunos problemas fundamentales de ambas políticas exteriores. Sin embargo, en Gran Bretaña, el análisis de las Relaciones Internacionales toma un camino diferente al existir en este país una profunda raíz del objeto en los estudios de Filosofía, Derecho Internacional e Historia, lo que provocará una mayor resistencia por parte de los medios académicos a aceptar las Relaciones Internacionales dentro de las ciencias sociales.

En la Europa continental, la situación de las Relaciones Internacionales ha sido muy distinta, y sólo muy recientemente han sido consideradas como disciplina autónoma, siendo el Derecho Internacional y la Historia Diplomática las que han dificultado su desarrollo al ver invadido su campo de estudio. En Francia, el papel desempeñado por los enfoques jurídicos e históricos han determinado hasta fecha muy reciente la inexistencia de esta disciplina. Su inclusión como disciplina autónoma dentro de la esfera de la Ciencia Política fue conseguida tras una gran discusión en el ámbito jurídico y en la escuela histórica francesa, en 1973. En Italia, será en 1968, con el establecimiento de tres cátedras en Catania, Florencia y Turín, cuando se puede centrar el inicio de las Relaciones Internacionales como disciplina científica independiente de las tradicionales enseñanzas jurídicas y de historia diplomática. En la antigua Unión Soviética, su inicio estuvo íntimamente ligado, como en los Estados Unidos, al crecimiento del poderío de este país. El retraso en su desarrollo obedece a razones históricas (por la difícil situación interna e internacional), e ideológicas y políticas (por la rigidez ideológica del marxismo-leninismo). Será en los últimos años cuando los estudios, la investigación y las Relaciones Internacionales adquirirán un mayor desarrollo con la introducción de la reconstrucción (perestroika) y de la apertura (glasnot), sugeridas y potenciadas por Gorbachov.

El reciente desarrollo de las Relaciones Internacionales en España
Igualmente, en España el desarrollo de las Relaciones Internacionales como materia y disciplina científica es muy reciente. Exceptuando aportaciones aisladas, enmarcadas más en el campo jurídico-internacional y en el campo de la historia, la consideración y desarrollo científico de esta disciplina en España sólo tiene lugar a partir de 1957. El resultado es un reducido número de centros en los que se estudian las Relaciones Internacionales, un escaso número de estudiosos profesionales dedicados a su estudio científico, y la escasez de recursos para ello. Así, la enseñanza de esta disciplina en España es relativamente reciente; sólo después de la II Guerra Mundial las Relaciones Internacionales aparecen en los planes de estudios universitarios, de alguna manera ligadas al Derecho Internacional. A partir de 1957, al ganar D. Antonio Truyol la cátedra de “Derecho y Relaciones Internacionales” de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Complutense, empieza realmente a considerarse en España las Relaciones Internacionales como disciplina científica y académica.

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