Economía y Medio Ambiente

La preocupación por el medio ambiente

El interés global por la protección del medio ambiente surge a raíz de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, en 1972. El uso indiscriminado de los recursos naturales, ha hecho concienciarnos sobre la degradación del medio ambiente, como resultados del uso del medio y de los sistemas de producción utilizados, incompatibles con el mantenimiento y la conservación de la calidad de vida y de las especies. La globalización de la economía mundial permite una mayor penetración del capital y una mayor movilidad de los factores, hacia países y ecosistemas sensibles de ser sobreexplotados y urbanizados.

El problema no afecta solos a los países industrializados, sino también a los países en desarrollo más pobres, sin políticas de protección del medio ambiente. En los últimos tiempos ha habido un cambio respecto a la comprensión de la ecología, los países van adoptando políticas diferentes a las adoptadas tradicionalmente.

Se ha tomado conciencia de la necesidad de afrontar las cuestiones ambientales, incorporándolas en las políticas económicas de los Estados, teniendo en cuenta que los problemas medioambientales traspasan fronteras nacionales y regionales, se necesita de una colaboración internacional.
La llamada de atención fue para la comunidad internacional el trabajo de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo o Comisión Brundtland, incorporando el término desarrollo sostenible, ha contribuido a la toma de conciencia sobre los problemas medioambientales y a la adopción de medidas para reducir el calentamiento global y proteger la capa de ozono.

En la CNUMAD celebrada en Río en 1992, se adoptaron tres textos no vinculantes jurídicamente:
  1. La declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo que enuncian 27 principios
  2. La Agenda 21 que es un documento de 800 páginas donde se exponen los objetivos y las acciones en 40 sectores
  3. Una declaración no vinculante jurídicamente sobre los principios aplicables a los bosques
La Conferencia dejó preparados dos acuerdos vinculantes para las partes:
  • El convenio-marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático
  • El convenio sobre la biodiversidad

El debate internacional sobre el medio ambiente

A nivel internacional, el debate sobre el medio ambiente se potencia a finales de los 60 y principios de los 70, con la celebración de la Conferencia de Estocolmo en 1972 sobre el medio ambiente humano, y en los años 90 la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Medio Ambiente, en Brasil en 1992, sobre el medio ambiente y el desarrollo (CNUMAD). Esta Conferencia fue decisiva, dio un nuevo impulso a la cooperación internacional y permitió sentar las bases para abordar los desafíos del medio ambiente y del desarrollo. Las conclusiones de la Conferencia de Río se basan en:
  1. Las perspectivas de desarrollo económico a largo plazo dependen de la conservación del medio ambiente
  2. El desarrollo sostenible en todos los países es un objetivo primordial, tanto nacional como internacional
Un elemento a destacar de la Conferencia de Río es la adopción del desarrollo sostenible, frente al concepto de crecimiento cero. Tiene importancia porque: 1) el concepto de desarrollo sostenible no parte del supuesto de que el crecimiento económico perjudica al medio ambiente 2) porque el desarrollo sostenible tiene en cuenta los recursos que puedan aportar los países y lo que aporta la liberación del comercio y el desarrollo económico, para poder financiar las protección del medio ambiente. El desarrollo sostenible supone un enfoque global e integrado, tres requisitos:
  1. Las preocupaciones sobre medio ambiente y desarrollo se deben integrar en todas las políticas a escala nacional e internacional.
  2. El desarrollo económico debe satisfacer por igual las necesidades de las generaciones actuales y futuras.
  3. Se debe asignar una valoración a los recursos ecológicos para poder evaluar la repercusión de las actividades económicas sobre el medio ambiente.
La Cumbre de la Tierra de 1992, incorporó el concepto de desarrollo sostenible tomándolo de l informa de 1987 de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, conocido como el Informe Brundtland. En él se abordó el problema medioambiental desde un punto de vista global. Entendiendo como desarrollo sostenible, aquel que favorece la satisfacción de las necesidades presentes sin poner en peligro las capacidades de las generaciones futuras.

La Agenda 21 es un documento incorporado en la Cumbre de Río de 1992 donde se exponen los objetivos y las acciones en 40 sectores.
El capitulo 2 de la Agenda 21 es el más importante respecto al debate sobre el comercio y el medio ambiente. Objetivo general y que deben fijarse los Estados es, procurar que las políticas internacionales del comercio y del medio ambiente se sostengan mutuamente. Los Estados se comprometieron a:
  • Fomentar el diálogo.
  • Impulsar el trabajo en las instituciones internacionales competentes para llegar a una mejor comprensión de la interrelación entre comercio y medio ambiente.
Dados los elevados costes de ajuste, para lograr un desarrollo sostenible, en la Agenda 21 se señaló la necesidad de tener en cuenta la situación de los países en desarrollo voluntarios en esta adaptación y garantizar la participación plena de estos países en el comercio internacional.
En el marco del GATT, el debate comercio-medio ambiente fue en 1991, cuando un panel de diferencias comerciales del GATT decidió que las restricciones de la importación de atún, procedentes de México y adoptadas por EE.UU. eran inconsistentes con las reglas del GATT. EEUU había alegado que el sistema de captura de México tenía como resultado la muerte de más delfines que los permitidos por la ley americana. Esto originó un debate sobre la compatibilidad de los objetivos de comercio y del medio ambiente, y la necesidad de modificar las reglas internacionales para incorporar la preocupación por las cuestiones medioambientales.

La preocupación del medio ambiente en la UE

El Tratado de Roma no recogía la protección el medio ambiente como un objetivo. Los fundadores de la CEE pretendieron establecer vínculos de carácter económico y comercial entre los Estados miembros y en materia medioambiental estaban más motivados por el deseo, de asegurar que los diferentes procedimientos nacionales no se convirtieran en un obstáculo a la competencia y a la libre circulación de mercancías en el terreno comunitario. La primera legislación medioambiental de la CEE se hizo sobre productos, para proteger a los consumidores, y a la vez salvaguardaban la libre circulación de mercancías. Una política explícita en materia medioambiental fue adoptada en la CE desde principios de los 70. pero es en el Acta Única Europea, donde se formaliza y explicita legalmente, el compromiso de los Estados miembros en el ámbito medioambiental.

En el Tratado de Maastricht, se estableció la necesidad de crear un Fondo de Cohesión, para proyectos de medio ambiente y redes transeuropeas para países miembros, cuya renta por habitante sea inferior al 90% de la renta comunitaria.

El debate comercio-medio ambiente

Las cuestiones medioambientales potencia la interrelación entre medioambiente y comercio. Esta interrelación es muy compleja, ya que los economistas preocupados por las tareas medioambientales han dirigido sus cuestiones medioambientales en economías cerradas, mientras que los economistas que han analizado el comercio han orientado más su análisis a la dotación de los factores y a cuestiones específicas de los mercados que a las externalidades medioambientales. Existe un amplio análisis que trata de mezclar ambos planteamientos.

La preocupación por las cuestiones comerciales y la degradación del medio ambiente se puso de manifiesto con el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA). El Acuerdo no determinaba la protección del medio ambiente y el Congreso americanos se opuso a su ratificación. Argumentaba que la liberalización comercial contribuye a la degradación del medio, incentivando a la explotación de los recursos a un ritmo insostenible y atrayendo industrias contaminantes. El Tribunal Federal de Washington emitió en 1993 una decisión judicial que afectaba a la entrada en vigor del NAFTA, si no se remediaban esos inconvenientes.
En el NAFTA, se han incluido previsiones medioambientales en algunas áreas. Se estableció un compromiso entre los tres países miembros del NAFTA (EEUU, Canadá u México) para cumplir la normativa medioambiental, incluyendo sanciones si se incumplen de forma reiterada, y se creó una Comisión para la Cooperación Medioambiental, responsable de: 1) vigilar el cumplimiento del acuerdo, 2) promover la cooperación sobre el medioambiente y 3) asegurar que los países del NAFTA cumplan con las normativas medioambientales.

La eliminación de los obstáculos y las distorsiones al comercio permite a los países especializarse en el sector o sectores en los que tengan ventaja comparativa, incluso si están basadas en las condiciones medioambientales. El impacto medioambiental del comercio depende de varios factores, de manera que el efecto neto del comercio cobre la calidad del medio ambiente dependerá a su vez de la importancia relativa de los efectos que se produzcan y del grado en el que existan los fallos del mercado o falta de efectividad de las intervenciones en el sector o sectores de que se trate.

La interrelación entre comercio y medio ambiente

La interrelación entre comercio y medio ambiente está en el origen de los intercambios comerciales, la preocupación y la toma de conciencia es más reciente. En la Convención de 1933: Convenio relativo a la preservación de la fauna y de la flora en su estado natural, se hace referencia en el apéndice I, a los tratados sobre medio ambiente que contienen disposiciones en materia de comercio. El término de medio ambiente comprende, los problemas de contaminación, erosión y pérdida de la fertilidad del suelo, deforestación, seguridad de los productos, especies amenazadas, trato a los animales y biodiversidad.
Desde los años 70, las cuestiones medioambientales tuvieron un gran impacto sobre el comercio y las inversiones, en los países industrializados, que se han ido preocupando cada vez más por el impacto de esas normas sobre su competitividad en los mercados internacionales. Tb se añaden otros problemas sensibles que preocupan a la sociedad, relacionados con el patrimonio común, la extinción de algunas especies y el trato que reciben algunos animales. Todo esto afecta a la utilización de las políticas comerciales y su relación con las normas ecológicas que aplican algunos países.

No existe una postura unánime respecto al impacto del comercio internacional sobre el medio ambiente. Algunos autores consideran que el comercio internacional y la apertura de los mercados benefician a los países porque favorece su crecimiento económico y la difusión de la tecnología. Otros dicen lo contrario, el comercio en un sistema globalizado perjudica el medio ambiente, sobre todo si el país no tiene una política medioambiental.

Liberalización comercial e impacto medioambiental

En un artículo del GATT se permitía la aplicación de medidas incompatibles con el Acuerdo General, en dos casos:
  1. Cuando estas son necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o para la preservación de los vegetales, y 
  2. Cuando tengan relación con la conservación de los recursos naturales agotables. Estas medidas no debían ser una discriminación entre los países, ni una restricción al comercio internacional. En el Acta final de la Ronda Uruguay, las cuestiones medioambientales se extendieron a otros ámbitos, incluyendo la agricultura, los obstáculos técnicos al comercio y la protección de la propiedad intelectual. Los efectos de la liberalización del comercio, sobre el equilibrio general, son difíciles de determinar, ya que dependen de muchos factores (la intensidad sobre el medio de los bienes comercializados, respecto a los bienes no comercializables, dónde están situados esos bienes o las normas de protección existentes).
En la Ronda Uruguay se recogió la protección por el medio ambiente modificando algunas provisiones del borrador del Acta Final en cuestiones relacionadas con estándares técnicos y medidas sanitarias, fitosanitarias y subsidios. Incorpora el objetivo del desarrollo sostenible en el preámbulo de la OMC. En la reunión de Marraquesch, se estableció un Comité de Comercio y Medio Ambiente, que incorporó los trabajos de un órgano existente del GATT (el grupo sobre Medidas Medioambientales y Comercio Internacional), encargado de examinar un conjunto amplio de temas relacionados con el medioambiente., como:
  1. La relación entre las provisiones GATT/OMC y:
    • Medidas comerciales con fines medioambientales
    • Políticas medioambientales y medidas con efectos comerciales
    • Impuestos y exacciones medioambientales, requisitos de etiquetado, embalaje y reciclado
  2. Transparencia de las medidas comerciales utilizadas con fines medioambientales y medidas y requisitos medioambientales con efectos comerciales
  3. Relación entre el mecanismo de arreglo de diferencias en el GATT/OMC y las de los acuerdos internacionales medioambientales
  4. Efecto de las medidas medioambientales sobre el acceso al mercado, sobre todo para los países en desarrollo
  5. Exportación de productos cuyo uso está prohibido en el país exportador
Desde el punto de vista de la eficacia económica, para afrontar esos problemas las intervenciones comerciales se contemplan como instrumentos second-best. Si relacionamos liberalización del comercio con las cuestiones medioambientales, deberían existir políticas nacionales adoptadas para corregir la externalidad que se origina en la producción o en el consumo, pero no en el comercio. Si se aplican políticas nacionales, que favorezcan el desarrollo sostenible, el comercio fomentará un desarrollo que es sostenible, pero si no las aplican, el comercio internacional resultante, será perjudicial para el medio ambiente. Hay estudios sobre sectores concretos, como para la agricultura (Feenstar, 1985) y para los automóviles (Anderson, 1992). En ambos se muestra, que los efectos de la liberalización del comercio son favorables para el medio ambiente.
En el caso de la agricultura, los obstáculos proteccionistas en los países industrializados, favorecen la producción ineficiente en los países de elevada renta que usan intensivamente inputs perjudiciales para el medioambiente (pesticidas, fertilizantes), frente a productores eficientes de baja renta. Algunos defensores de la protección comercial en los países industrializados consideran que su reducción en los países ricos orientaría la producción hacia países de baja renta, que labrarían por primera vez terrenos y deforestarían los bosques y las zonas tropicales.
Grossman y Krueger identificaron en 1991 tres tipos de efectos medioambientales debidos a la liberalización del comercio:
  1. La liberalización del comercio lleva aun incremento en la actividad que conlleva un aumento en el uso del recurso o un aumento de la polución, para un tipo de producto.
  2. La liberalización y la variación inducidas en el precio relativo conllevan cambios en la composición del producto final. Si un país tiene ventaja comparativa en actividades o recursos poco contaminantes, se incrementará la proporción de productos relacionados con el medio ambiente y a la inversa.
  3. La liberalización del comercio induce a variaciones en las técnicas productivas.
El Banco Mundial ha revisado la evidencia empírica para América Latina y las conclusiones son: la apertura al comercio internacional se ha asociado con la mejora de las condiciones medioambientales de los países abiertos al comercio, ya que las empresas multinacionales establecidas e esos países han llevado tecnología adaptada a los requisitos medioambientales de los países industrializados. Respecto al comportamiento de las empresas multinacionales, las normas medioambientales no son un factor determinante para la ubicación de una empresa en un país ya que el gasto por la adaptación medioambiental es una parte reducida del coste total.
Los países en desarrollo están especializados en producciones intensivas en mano de obra, la ventaja comparativa la tienen en productos menos contaminantes. La apertura al comercio de estos países: 1) les familiarizará con el medio ambiente, 2) adquirirán una tecnología más moderna y eficiente, y 3) la apertura al comercio, les proporcionará ingresos externos, que podrán destinar a mejorar su medio ambiente.
Al aumentar la renta se deteriora el medio ambiente y los ingresos que obtienen por la apertura al comercio, no se destinan a limpiar el medio. Esa es una de las razones por las que se necesitan políticas específicas nacionales e internacionales que protejan el medio ambiente.

El Comité de Comercio y Medio Ambiente se estableció en la Ronda Uruguay, cuando al concluir la Ronda se adoptó una Decisión Ministerial por la que se encargaba al Consejo General de la OMC, establecer en su primera reunión (en Singapur) dicho Comité. La tarea de este Comité es integrar las cuestiones medioambientales en el sistema multilateral de comercio, para que compatibilizando los objetivos comerciales y medioambientales se pueda lograr un desarrollo sostenible. Esta tarea se había iniciado en el GATT en 1992 en el Grupo sobre Medidas Medioambientales y Comercio Internacional.

Efectos de la política medioambiental sobre el comercio

La teoría de la ventaja comparativa sugiere dos hipótesis, para explicar la localización de las industrias, basándose en factores que impulsan a las industrias, para que abandonen un país con fuerte regulación medioambiental y factores que incentivan la entrada de capital extranjero, atraídos por normas de emisión.
La 1ª hipótesis (la huida industrial), impulsaría a las industrias a deslocalizarse de los países con elevados costes de control ambiental, con la 2ª hipótesis (refugio de la contaminación) se atraería a la inversión extranjera.
Desde el punto de vista del comercio internacional, la 2ª hipótesis funciona como si en los países que mantienen una política medioambiental severa, proporcionasen una ventaja comparativa en la producción y en las exportaciones a los países con baja regulación ambiental, con consecuencias negativas para el empleo y las exportaciones del país con regulación fuerte. El país con fuerte regulación medioambiental, puede incentivar la innovación tecnológica aplicada a la conservación del medio ambiente, proporcionándole una ventaja comparativa.
Para que otros países puedan adoptar una reglamentación medioambiental más rigurosa es necesario que los países con una fuerte reglamentación medioambiental exporten los productos en los que se hayan incorporado esos procesos. La Hipótesis Porter está detrás de este argumento, según la cual, la regulación medioambiental, al estimular el progreso y la innovación tecnológica y la inversión en capital, estará proporcionando un incremento en la productividad, que compensa a las empresas con creces por los costes en los que se incurre por incorporar la tecnología medioambiental.

El dilema común global. Los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente

Los problemas medioambientales no son sólo una cuestión nacional. En su origen pueden ser un problema interno, pero la contaminación va atravesando las fronteras nacionales y afectando a otros países o al patrimonio común. Un país no puede por sí solo establecer una política medioambiental adecuada, ya que aunque los problemas fueron internos, tarde o temprano se produciría problemas con otros interlocutores comerciales. Se necesitan normas multilaterales, que sirvan para orientar a los países en la formulación de sus políticas sobre medioambiente.

Uno de los instrumentos más eficaces para afrontar “el dilema común global” es establecer un acuerdo internacional. Buena parte de los acuerdos multilaterales que tratan el medio ambiente, contienen disposiciones relativas al comercio. Los acuerdos más destacados sobre medioambiente con medidas comerciales son:
  • El Protocolo de Montreal sobre sustancias que reducen la capa de ozono.
  • La Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).
  • La Convención de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de Desechos Peligrosos y su uso.
La mayoría de los acuerdos medioambientales que contienen disposiciones comerciales están referidos a la protección de la fauna y de la flora. La Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, figuran países productores, por ejemplo han acordado prohibir el comercio de marfil- otros países han decidido acabar con el comercio de ballenas, osos polares, aves migratorias, etc. El Protocolo de Montreal es eficaz en la reducción de la producción de ODS (sustancias que reducen el ozono)

Normas comerciales vs. Acuerdos medioambientales

Los acuerdos multilaterales medioambientales tienen varios objetivos:
  1. Informar a las partes del acuerdo.
  2. Regular el comercio de determinadas sustancias y productos entre países miembros.
  3. Salvaguardar la eficacia del acuerdo incluso tomando medidas comerciales contra países no participantes del acuerdo.
Esto último puede entrar en confrontación con las normas multilaterales de la OMC y es objeto de debate en el Comité sobre Comercio y Medio Ambiente. Entre las fuentes de conflicto que podrían surgir relacionadas con el “trato nacional” son:
  1. Cuando los productores extranjeros reciben un trato más riguroso que los productos nacionales. Esto está amparado por la normativa del GATT/OMC, en el caso de que las medidas sean necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o para preservar los vegetales del país importador. Ejemplo, combatir la propagación de plagas y enfermedades de las plantas a través de normas fitosanitarias, establecer una inspección rigurosa o prohibir la importación de determinados vegetales.
  2. Cuando un acuerdo multilateral ambiental distingue entre las medidas comerciales que afectan a las partes del acuerdo o a los países que no forman parte del mismo. Este es el caso del el Protocolo de Montreal, el Convenio de Basilea y en CITES. En todos ellos se prevé que las partes apliquen disposiciones más restrictivas a los países que no forman parte del acuerdo.
Todavía no hay una respuesta concreta de la OMC, se plantea la duda sobre si las desviaciones del principio de no-discriminación sean siempre necesarias como objetivo medioambiental y no estén ocultando fines y objetivos proteccionistas o discriminatorios frente a otros países.
En el Informe del Comité sobre Comercio y Medio Ambiente de la OMC, en 1996, se reconocía que las soluciones basadas en la cooperación internacional son el medio más eficaz para tratar los problemas medioambientales globales o transfronterizos. También que las medidas comerciales son en algunos casos instrumentos necesarios, para lograr los objetivos ambientales de los Acuerdos Multilaterales sobre medio ambiente.

La dimensión económica internacional del cambio climático

Estudios específicos demuestran que se está produciendo un calentamiento global y es una amenaza para el bienestar humano. Es un problema que hay que afrontar, la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI). El problema es quién tiene que hacer el esfuerzo, cuánto y en qué plazo. Las promesas que se hicieron en la cumbre de Río en 1992, no se han cumplido y los compromisos de Kyoto, no han conseguido que las emisiones permanezcan bajo control, el cumplimiento de los acuerdos para las reducciones de las emisiones de carbono son costosos para la economía de un país. Las emisiones globales de dióxido de carbono habían aumentado un 25%, antes de la reunión mundial de Copenhague, 2009, desde que se adoptó el protocolo en 1997, en parte porque se dejó fuera del protocolo a grandes fuentes de emisión (deforestación) y en parte por el rechazo de participantes potenciales en adquirir compromisos obligatorios a nivel internacional (USA y Australia).
Antes de la reunión de Copenhague: Japón hizo público su intención de reducir las emisiones unn25% desde los niveles de 1990 hasta 2020. EEUU aprobó la ley Wasman-Markey para reducir las emisiones, pero con un objetivo muy débil. China anunció que tiene sus propios objetivos para reducir la intensidad energética y prometieron seguir haciendo esfuerzos para reducir las emisiones de carbón por dólar de PIB e incrementar el uso de energías renovables y nuclear.
EEUU que firmo el Protocolo de Kyoto, (no lo ratificó por su negativa a aceptar objetivos numéricos a cumplir como establece Kyoto) antes de la reunión mundial de Copenhague, 2009, reconoció que el cambio climático era una realidad. China e India estaban exentas del cumplimiento del Protocolo de Kyoto, por estar incluidas entre los países en desarrollo. En la reunión de Ginebra, 2009, encuentro técnico no político, se aprobó la creación de un mecanismo global de intercambio de información sobre el clima: Marco Global de Servicios Climáticos y entre cuyos objetivos destaca, el apoyo a los países en desarrollo para adaptarse a la nueva realidad del cambio climático.

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